viernes, 25 de febrero de 2011

Obstáculos.

Quiero despertarme por la luz que entra por mi ventana y por el ruido infernal de mi madre trasteando en la cocina. Levantarme muy despeinada y decir en voz alta "buenos díaaas" mientras preparo un tazón con mis cereales favoritos y un poco de leche de soja. Deayunar, comer y merendar viendo la tele y después pasear por toda la casa con música motivante a todo volumen mientras me ducho y arreglo para salir. Quiero salir a coger la guagua agobiada por los constantes toques de Raque porque llego tarde. Saludar a Monse y decirle que está guapísima y contagiarme con la sonrisa de oreja a oreja de Laurita. Comprar felicidad enlatada y olvidarnos de todo lo demás; entrar en casas abandonadas para divertirnos, coger el tranvía, llegar a la laguna ya desneuronadas y ya no acordarnos de nada más hasta que nos despertemos las cuatro en mi habitación al día siguiente.


Right till the end

Clap, clap.

He acabado con todo esto y necesito una semana de vacaciones o acabaré por suicidarme.
Sólo rezo porque estos últimos años no hallan sido más que un chiste, una broma pesada, porque me he ido pensando que el mal estaba allí, pero resulta que hay putadas para mi de sobra en todas partes, donde quiera que vaya. Resulta que la suerte me odia, la gente me odia.


Conmigo siempre es así, empieza mal y acaba peor.

martes, 22 de febrero de 2011

má†ame ya

Ellos,
que viven esforzándose/forzándose por ser algo.
Yo,
que pongo todo mi empeño en ser alguien.

Martes sin baile.

Mire donde mire te veo.
Y no te puedo tocar.
No te estoy buscando y ahí estás
Y no te puedo tocar,
no te puedo probar.
Me haces mal.
Me pones fea,
me haces llorar.
Mire donde mire las veo.
Tan lindas, perfectas,
apretaditas.
No te estoy buscando y ahí estás
Y no te quiero tocar,
no te quiero probar.
Me haces mal.
Me pones fea,
me haces llorar.
Sabes tan bien 
y luego tan mal.

Fumar me pone triste

Por algún extraño motivo
pensé que a lo mejor la suerte ya me habría perdonado,
que se le había olvidado lo mala que he sido.


Pobre tonta,
parece que esa vieja nunca olvida.
Te odiará para siempre y no sacarás la carta ganadora.

lunes, 21 de febrero de 2011

Las chicas de pelo largo se quedan con todos los niños con zapatos guays.

Teniendo en cuenta que escribo fatal, te quería contar como llegaste y ya te vas.


Buscadores de piedras preciosas entre la arena.
Me pones más blanda que una vela, 
y me apagas la vida más de la cuenta.


Pienso que podríamos hasta querernos, 
pero ya no me llamas princesa, 
ya no soy la niña de la flor en el pelo. 


Curioso el destino de las gacelas,
se miran, se tocan, se hacen cosas,
sin refugiarse como ratas detrás de cervezas.


Nos intoxicamos, nos casamos.
Menos mal que estamos enfermos
y podemos vivir con esto.. anestesiados. 

domingo, 20 de febrero de 2011

Deberías saber

que tu novio por las noches se pone mimoso.

Cibeles

Las personas llegan a la capital y se vuelven personajes.
Ha llegado la semana de la moda, de lo que se lleva, de lo que se ve guay. Uniformes planchaditos y preparaditos desde días anteriores para vestirse e ir a donde todo ocurre. Comienza el espectáculo... ¡cuidado no se den con el foco en la cara mientras persiguen al fotógrafo!

Hace poco, y ya que aprobé la asignatura de estadística, aprendí que si en una distribución todos los valores son iguales, la moda no existe.

Amén.

Yo no creo en un dios intervencionista pero sé, cariño, que tú si. Si pudiera arrodillarme ante él le pediría que no interviniera en ti.
Que no toque tu pelo.
Que te deje como eres.
Que si tiene que dirigirte a algún lado que sea a mis brazos.

Ene O

Hay canciones que hasta me dan escalofríos. Cosas que no puedo ni ver ni escuchar. Notas sostenidas con el don del habla y voces con infinitas texturas, una foto en blanco y negro y sólo ganas de llorar. ¿Cuánto tiempo has estado viva y yo no me he enterado?

La esencia de la soledad.

Entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.

sábado, 19 de febrero de 2011

Me vas a matar

"Eres como cuando encuentras la temperatura perfecta del agua de la ducha y luego se pone o demasiado caliente o demasiado fría"

Autoayuda

Anoche me peleé con Fred (si Fred, el conejo barrigón con el que duermo) y me fui a dormir al sofá.
Y allí, tumbada en ese frío e incómodo especie de colchón lleno de costuras pensé: curioso el destino de las gacelas, ¿no?
Más tarde allí observé como una mota de polvo se peleaba con un as de luz porque la mota de polvo sólo quería estar ahí y el as de luz insistía e insistía para que se marchara ya que la había visto hacía unos minutos flirteando en el florero.
-Tranquila mota de polvo, yo sé que ese as no es tu tipo, ya encontrarás una motita para ti.
Me di la vuelta sin moverme de sitio, ya que las distracciones nocturnas no me iban a dejar concentrarme para dormir, y realmente lo necesitaba. Y justo en ese instante me llegó un flash, fue como una pesadilla de esas que en el fondo te encantan.. pero no me hizo mucha gracia verte ahí tumbado y recordar. No es agradable recordar cosas que no tienes, y "no es agradable" significa "no es bueno".
Bueno es el helado de cookies con trazas de chocolate con el que soñé cuando conseguí dormirme, justo cuando el sonido alienante de las obras logró distraerme de nuevo de ti.

Azoteas

Celebraremos que todo acabó con un vodka barato, si quieres cerveza o si quieres con algo más...

Me apagas la vida más de la cuenta.

-¡Hola!
-De lejos no sabía que eras tú, te reconocí porque caminabas mirándote los pies e ibas esquivando a las palomas.
-Si te fijas son bonitas, aunque asusten.
-Así es como me siento, por ti.

No te preocupes.

De verdad, esto yo ya lo había vivido antes.. repetidas veces además.
Es un sabor muy familiar, como a sangre y whisky a la roca.

Miradas que no se cruzan.

Nacemos solos.
Morimos solos.
Durante el tiempo restante nos dedicamos únicamente a buscar compañía.

Según Freud...

Y resides, inalterado, en las más tenebrosas profundidades de mi subconsciente, sin ser distorsionado por el paso del tiempo ni por la competencia con otros recuerdos.

Green.

-Oye, ¿cómo te va con ese chico?
-Que va, ya no estoy con él.
-Menos mal, porque su música era una mierda.

Polvo

Estoy hecha de algún polvo y se que al polvo he de volver, pero nunca tengo claro si era mágico, estelar o suciedad.
Aunque pensándolo bien, son las tres formas de la trinidad.

Ya no nos creemos salvadores de la humanidad. Ya no nos vemos. Tú y yo ya no nos queremos

amo el amor.


Las parejas en que el sexo es un recuerdo, la evidencia de un rimmel que se diluye, aquel tren que recoge almas sin rumbo, los amantes que se ven en el banquillo. ¿Acaso te invitaron a ser libre? Teléfonos, mensajes, nunca más. Confundir el compromiso con las rejas. las caricias convertidas en desidia, un televisor que te mira pensativo, él buscándose entre mantas y tantas. El precio de las cosas más hermosas, agujeros que están por analizar, revistas, platos sucios, dando vueltas. La mitad en que nunca me entendiste. La erosión de algunos años. Esa generación que se niega a crecer. Olvidaste tus deseos entre los sueños que no contó aquel camarero. ¿Te atreviste a ser feliz? Ventanas, ojeras y parches. Espérame por favor. La inercia de seguir sin saber muy bien por qué. Caminar con los ojos en otros calendarios. Los consejos que das, que nunca cumples. Cambio climático en la habitación. ¿No crees que habrá algo que aprender?

Que no te vendan amor sin espinas.

http://www.youtube.com/watch?v=Pb3ADMafwjI

viernes, 18 de febrero de 2011

Taller "Percibir y Expresar"

Un escondite, un lugar en el que no se finge. Como cuando te escondías de mamá debajo de las mantas ¿te acuerdas?
Un lugar en el que soy grande y a la vez pequeña; un tiempo y espacio a parte. 
Vacío, lleno.
Blanco, negro.
Un lugar en el que no hay nadie, en el que puedo viajar, huir a esos recuerdos para que no se borren. Escapar. Escápame. 
Inspirarme y expirarme.
Inspirarme y expirarme porque no estás.
Amarillo, te siento. Sucio, rugoso. Lejos te siento.
Estás allí, en esa ciudad, en ese parque, en esa fuente, en esa esquina, en ese preciso instante en el que el ligero perfume del aire y el rumor de las flores se reflejaba en tus ojos. En ese instante en el que los finos hilos de agua me recordaron al arco de tu triunfo, a como todo lo que sube tiene que bajar. En ese instante en el que las hojas caídas gritaban sus ganas de ganar, el no querer no estar. Mecer, Mecerse en las copas de los árboles, correr por las líneas de las manos. Mecer, merecer. 
Violeta, blanco, verde. Voces lejanas y el ruido del agua. Multitudes uniformadas en gris y allí, tú y yo, alimentados por el sol. Con aire, sin nada. Era tan libre que hasta sentía claustrofobia. Estaba atrapada, imantada, pero sentía poder tocar el cielo.
Éramos luz y sombra. Le dábamos color a las cosas y escapábamos como pájaros a los que la realidad les quiere cazar.  
Hasta que dejamos de ser idiotas.