sábado, 19 de febrero de 2011

Autoayuda

Anoche me peleé con Fred (si Fred, el conejo barrigón con el que duermo) y me fui a dormir al sofá.
Y allí, tumbada en ese frío e incómodo especie de colchón lleno de costuras pensé: curioso el destino de las gacelas, ¿no?
Más tarde allí observé como una mota de polvo se peleaba con un as de luz porque la mota de polvo sólo quería estar ahí y el as de luz insistía e insistía para que se marchara ya que la había visto hacía unos minutos flirteando en el florero.
-Tranquila mota de polvo, yo sé que ese as no es tu tipo, ya encontrarás una motita para ti.
Me di la vuelta sin moverme de sitio, ya que las distracciones nocturnas no me iban a dejar concentrarme para dormir, y realmente lo necesitaba. Y justo en ese instante me llegó un flash, fue como una pesadilla de esas que en el fondo te encantan.. pero no me hizo mucha gracia verte ahí tumbado y recordar. No es agradable recordar cosas que no tienes, y "no es agradable" significa "no es bueno".
Bueno es el helado de cookies con trazas de chocolate con el que soñé cuando conseguí dormirme, justo cuando el sonido alienante de las obras logró distraerme de nuevo de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario